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20 de robots

Dos robots

Hace ya muchos años, mi amigo Bernardo Fernández Bef (estupendo narrador e historietista mexicano) me invitó a colaborar con él en una exposición de pintura. Él había hecho 20 cuadros al óleo con robots de tipo retro, todos superficies cromadas y brazos con pinzas, al modo de los que aparecieron durante el siglo XX en series como Perdidos en el espacio o películas como El planeta prohibido. Yo acepté escribir un breve texto para acompañar cada cuadro. El resultado apareció en el catálogo de la exposición –que ya no encuentro en línea– y después se convirtió en una colección de minificciones titulada 20 de robots.

Las imágenes de Bef tienen una cualidad juguetona, entrañable, que le debe también al Astroboy de Osamu Tezuka: el aspecto de sus criaturas mecánicas no quiere ser profético, sino más bien hacer referencia a una especie de pasado mítico, que es el de la infancia de varias generaciones y –reciclado, recuperado– el de la cultura pop de muchas más. Mis cuentos siguieron el mismo camino, y un poco el de libros extraños y encantadores como Fábulas de robots de Stanislaw Lem: presentan robots que viven con los seres humanos, hacen boberías, sueñan sus propios sueños y tienen (o eso quería yo) sus episodios entrañables.

Los textos han aparecido aquí y allá y llegaron a la colección Voz Viva de México, una serie venerable de grabaciones de literatura publicada por la UNAM, dentro de un libro/disco titulado La mujer que camina para atrás. Hace poco tuve el gusto de platicar acerca de esas historias en un podcast de Descarga Cultura –otra iniciativa de la misma Universidad– con Paola Hernández e Isaac Regalado. Aquí está ese podcast, donde se pueden escuchar también algunas de las aventuras de esos seres mecánicos, tal como las grabé para el libro.

El podcast, parte de la serie del programa Descarga Cultura.UNAM, en Spotify

2 pensamientos sobre “20 de robots”

  1. ANA MARÍA SALINAS C. dice:

    No me lo voy a perder, muchas gracias por compartir. Astro Boy fue una de las caricaturas (que ahora llaman animé) que vi en mi niñez en blanco y negro.

    Gracias por compartir.

    1. Alberto dice:

      Gracias a ti por leer y escuchar.

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