Anotaciones

Adiós, escritoros

brown highland cattle on field of grass
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Estoy leyendo que dos escritoras y un escritor mexicanos están entre los seis finalistas del Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa para este año, que se dará hoy, 28 de mayo, en unas horas. Me gustaría que el premio quedase para alguien de ellos, y en especial para alguna de las autoras: Brenda Navarro o Cristina Rivera Garza. El año pasado, cuando Cristina ganó el Premio Xavier Villaurrutia por El invencible verano de Liliana (el mismo libro que compite ahora), escribí que este es un tiempo de escritoras y sigo pensando lo mismo.

La narradora ecuatoriana María Fernanda Ampuero usa ocasionalmente la palabra escritoros para referirse a los «autores hombres», aquellos que durante siglos «fuimos» los únicos en las historias literarias, la parte que hacía las veces del todo. (Una que otra vez, Ampuero ha sido incluso más belicosa, cambiando la i por una o.) Lo importante de esa palabra no es, desde luego, su «propiedad», sino que relativiza, reduce el papel de los hombres. Ahora la uso yo porque hay que reconocerlo: este es tiempo de que los escritoros aceptemos un sitio subalterno en la actualidad de la literatura, y en especial de la narrativa.

Ya en plan de hacer ficción especulativa, si esa posición dura décadas, o hasta siglos, mejor para la especie humana. Lo digo con toda sinceridad. Siempre es difícil desprenderse de la vanidad, y lo será aún más si hemos estado, sin saberlo, en posiciones de privilegio. Pero miles de años de explotación y desigualdad deben acabar alguna vez, y quizá la primacía de las mujeres en la narrativa de occidente –si se mantiene– podría ser un signo alentador, un impulso hacia adelante que hasta ahora no hemos visto en muchas otras disciplinas ni, desde luego, hogares en el mundo. Por muchos lugares hay reacciones virulentas contra los derechos que las mujeres han reclamado, con esfuerzos y costos enormes, apenas en el último siglo; esa es, ni modo, una realidad mucho más importante que cualquiera de nosotros.

[Nota del 29 de mayo: el escritor mexicano David Toscana resultó finalmente el ganador del premio.]

6 pensamientos sobre “Adiós, escritoros”

  1. EDUARDO FAVIO GIMENEZ dice:

    Que bueno, un lenguaje masculinista sería cambiar las «a» y las «e» por la letra «o»!!! Total: Hoy hay libertad de formas en el lenguaje.

    1. Alberto dice:

      Perdona pero no entendí.

  2. Hola estimado Alberto Chimal:

    Es significativo que se reconozca el avence de las mujeres , cuando somos reconocidas en la lucha, nos sentimos apoyadas. Al hacerlo, se contribuye a la promoción de la igualdad y la equidad en el ámbito literario, alentando la diversidad de voces y permitiendo que se escuchen perspectivas diferentes y enriquecedoras.

    El objetivo es celebrar y promover la diversidad literaria, sin importar el género de los escritores. Al hacerlo, se enriquece el panorama literario y se fomenta un diálogo más completo y enriquecedor para toda la sociedad.

    Abrazo GRANDE.

    Saludos a Raquel.

    1. Alberto dice:

      Gracias, Lorna. Yo le digo a Raquel.

  3. Ma. Luisa Govela dice:

    ¡Gracias por tus buenos deseos para las mujeres y para las escritoras en especial!
    No veo, sin embargo, necesidad de usar los términos de Ampuero, por muy simpáticos que sean. Es muy importante respaldar y apoyar a las mujeres y sus luchas.¡Felicidades por tu apoyo!

    1. Alberto dice:

      Hola, María Luisa. Muchas gracias por leer el texto. La verdad es que esa palabra que inventó María Fernanda me incomoda, y mucho. Pero igual creo que es significativo que estemos hablando de estos asuntos.

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