Hace un par de días, Raquel y yo vimos la película Historia de lo oculto (2020), el debut del cineasta argentino Cristian Ponce. Es una película de terror estupenda, muy eficaz a la hora de asustar y también muy sutil. Es necesario prestar atención para darse cuenta de algunos de los sucesos más horripilantes, como la borradura de algunos personajes, cuya existencia es eliminada por completo del universo, incluyendo evidencias físicas y recuerdos, mediante magia negra. La memoria de ciertos protagonistas empieza a diferir de los registros disponibles. El entorno de la película –ambientada en los años ochenta del siglo pasado, en una Argentina paralela, incompleta– se desmorona ante nuestros ojos sin que nos demos cuenta de forma cabal hasta los últimos minutos de la historia.
Durante todo ese tiempo, por otra parte, tuve una impresión curiosa: las calles vacías y oscuras de Buenos Aires, las casas abandonadas, las mujeres obligadas a lidiar con la irracionalidad masculina, la trivialidad de los medios como contrapeso del horror, los practicantes de artes oscuras elevados a las alturas del poder político y económico…, todo me sonaba de algo. Todo me parecía haberlo visto ya en otra parte, en otra obra potente, o en varias.
Y en una escena culminante, que no necesito describir demasiado, tuve la confirmación de mi sospecha, porque uno de los personajes pide a otro que revise un librero y saque de él un ejemplar (delgado, de cubiertas color beige) de Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enríquez. Ese libro se publicó hasta 2016: su presencia en el mundo de la historia es otra evidencia de que estamos viendo una «realidad» alterada, quebradiza y en plena descomposición. Pero además es un gesto clarísimo, hasta un poco forzado, de la deuda que tiene Ponce –quien escribió la película además de dirigirla– con esa gran escritora argentina.
Y sí: la narrativa de terror y de imaginación fantástica hecha en América Latina tiene centros nuevos en nuestro tiempo, y uno de ellos es la obra de Enríquez. Es fascinante ver esa influencia en «tiempo real», si es que ese término tiene sentido en nuestras propias pesadillas.
Gracias Alberto
Al contrario.
Muy buena nota, justo estoy leyendo a Mariana Enriquez, y ahora, se antoja ver la película citada 🎥
Saludos Alberto.
¡Gracias, Luis Antonio! Va un abrazo. La película vale mucho la pena.
Una escritor más que agregaremos a la lista. Genial. Gracias, Alberto.
Gracias a ti. La obra de Mariana Enríquez es realmente de las imprescindibles.
Ya me quedé con ganas de ver la peli… ¡Mil gracias, maestro!
Gracias a ti.