Hoy, 28 de agosto de 2023, estuve en Toluca, en la Feria Internacional del Libro del Estado de México. Ya había ido, el sábado pasado, a presentar mi novela La visitante; pero ahora se trató de un homenaje.
Para mí. (Dios nos asista, como decían a cada rato en no recuerdo qué libro.)
Cuando era jovencito, precisamente en mi ciudad natal, me tocó ver algunos actos públicos alrededor de escritores de cierta edad: reconocimientos a una obra, o incluso una carrera, que los amigos de entonces y yo considerábamos con algo de ironía. Todos queríamos escribir, todos queríamos publicar y ser conocidos y leídos, pero ninguno creía que fuese a llegar a una situación semejante.
Y ahora soy un escritor de cierta edad, y la ironía de entonces se ha vuelto contra mí. El Ayuntamiento de la ciudad organizó el acto, me dio un diploma, y dispuso que dos personas hablaran de mi trabajo y mi propia trayectoria como escritor. Una de ellas fue Porfirio Hernández, un querido amigo de más de treinta años, a quien le debo mucho. Él escribió de aquellos tiempos y su discurso fue leído por la promotora cultural Patricia Maawad.
Lo más sorprendente y lo más feliz: que el centro de todo lo que se dijo fue la imaginación fantástica. En lugar de esconderla, de menospreciarla, de decir que era anómala o impropia de un escritor de mi ciudad o de mi país, resultó que quienes la cultivamos podemos decir algo pertinente, alumbrar de otra manera la realidad, crear obras tan válidas como cualquier otra. Eso es algo que tampoco esperaba escuchar.
Yo hablé un poco también, y le conté al público de varios sucesos de mi vida en la ciudad que fueron alimento para la imaginación, vislumbres de otros aspectos de las cosas y de la vida a mi alrededor. Dije que alguien podría hacer una Guía de la Toluca Fantástica, un texto acerca de todos los lugares y hallazgos inusitados que puede haber en una ciudad…, y no sería un folleto de promoción turística ni de ninguna secta, sino simplemente una lista de posibilidades que la imaginación encuentra en la vida «real»: en cosas tan humildes como una puerta entreabierta, tan triviales como soñar despierto durante una caminata, tan cotidianas como lamentar una catástrofe.
Es decir, más o menos lo que he dicho siempre (lo que muchos hemos dicho, con más o menos descalabros, en países como México), pero ahora había gente que escuchaba, y que estaba contenta, y que había leído mis historias.
Agradezco mucho a todas las personas que estuvieron allí, y en especial a Raquel, mi esposa, quien tomó la mayor parte de las fotos que se ven en esta nota.
Muchas felicidades maestro, es muy bueno saber que la literatura fantástica ya no es menospreciada o tratada como un generó menor. He leído su cuento «Se ha perdido una niña» y me gusto mucho, el tema de la URSS, de llevar un regalo mas por compromiso que por propio interés y todo lo que se desata en el cuento después con la niña, también me ha sucedido, supe del cuento por Ovidio Ríos que nos hablo de el en el taller de historias que tenemos en Fiel a la Tierra con Epigmenio León. Creo que cuando leemos o escribimos podemos ser en realidad libres, una libertad que bien vale la pena defender y ejercer. Gracias por seguir siendo y estar aquí.
Yo creo que todavía falta para que esa literatura sea reconocida como se debe, pero algo es algo, ciertamente. 😉 ¡Gracias!
¡Ayyy!… leo cada texto escrito por ti en mi correo (newsletter) y con cada uno tengo la sensación de que un amigo estimado me escribe y me cuenta sus aventuras. Me emociona saber, querido maestro, que se te haya realizado ese reconocimiento y, que en él las palabras hayan sido justas en relación a tu trabajo y sobre todos a esa escritura super fantástiquística imaginarosa. Me emociona ver cómo tu esposa, la maravillosa Raquel es testigo y columna, lente y sostén de tus días… todos.
¡Me inspira tanto saberles!, me impulsan a lanzar líneas a mis cuadernos, o documentos digitales, pero sobre todo, me inspiran a detenerme con más cuidado a observar, a valorar, a maravillarme con libros como los que ustedes escriben; a darle el justo valor a mis quereres y a hacerlos partícipes de mis alegrías y, ¿por qué no? de mis desencantos.
¡Enhorabuena! Y que sigan los días llenos de letras y de salud y vida en plenitud.
CCC
#abrazoapretujadoytronador
Muchas gracias por tus palabras tan amables, Claudia.
¡Enhorabuena! Preciosa celebración muy merecida, profesor Alberto. Su esposa luce radiante y junto a usted los dos brillan como una sola estrella. Deseo que la vida los siga colmando de bendiciones de salud, creatividad, y ¡mucha felicidad!
Muchas gracias. 🙂
Merecido premio don Alberto Chimal, honor a quien honor merece. Mis parabienes en unión con su familia. Saludos desde Costa Rica.
Saludos y gracias a ti.
¡Felicidades, Alberto!
¡Gracias!
Felicidades por el reconocimiento y su trayectoria. ¿Si tienen el video sería bueno subirlo a YouTube?
Yo no lo tengo, pero debe estar en la página de Facebook de la Feria. Lo buscaré.
Varios de nosotros en la universidad veíamos en ti a un escritor cursando una carrera. Desde ese entonces ya tenías mucho mas talento que todos. ¡Muchas felicidades por este reconocimiento!
¡Hola, Tere! Muchísimas gracias. 🙂
¡Muchas felicidades por este merecido homenaje en tu tierra natal! ¡Y felicidades a tu esposa por las fotos y su apoyo a lo largo de tu carrera!
¡Muchas gracias! Yo le digo a Raquel. 🙂
Felicidades por este màs que merecido homenaje y por la dicha de recibirlo en vida y en un excelente momento de su carrera literaria, que creo es como deberían recibirse los homenajes siempre. Y que siga brillando su obra y, con ella y a través de ella, la imaginación fantástica que se expresa en español! Reciba mi enhhorabuena, maestro!
Muchas gracias, Adriana. 🙂