Me acabo de enterar de que X, el servicio antes conocido como Twitter, ha modificado sus términos de uso. A partir del 29 de septiembre de 2023
- X empezará a recolectar más datos de sus usuarios;
- utilizará al menos parte de esos datos para entrenar modelos de lenguaje de gran tamaño (es decir, aplicaciones de lo que hoy llamamos inteligencia artificial); y
- hará un poco más difícil el no autorizar la recolección, haciendo que los usuarios deban buscar diferentes opciones de configuración para cada tipo de datos de los que la plataforma quiere usar.
Los cambios se pueden leer más detalladamente en este artículo.
Ya he escrito acerca de mi decisión de ir dejando aquella plataforma, en la que pasaba mucho de mi tiempo y creé una buena cantidad de «contenido». Como dije en esta nota, la personalidad y la ideología del dueño de X, el multimillonario Elon Musk, me parecen repelentes; un año después de que Musk comprara Twitter, me parece aún más claro que su visión de las redes sociales y de la comunicación por internet es insular, infantil, codiciosa y, no hay otro modo de decirlo, maligna. Como otras celebridades de nuestro tiempo, Musk es un troll elevado a una posición de poder más allá de sus capacidades. A medida que acumula poder (agregado al de sus otras empresas) y se empeña en llamar la atención del mundo de todas las formas que se le ocurren, la atmósfera que ha impuesto en su nuevo negocio, incluso de forma algorítmica, la ha vuelto una imagen de sus peores inclinaciones.
Si a todo eso se agrega que los millones de palabras que están escritos en X podrán empezar a alimentar a redactores automatizados…
Ya se ha visto que los libros de cierto número de escritores de fama mundial, incluyendo a Stephen King y Margaret Atwood, se están utilizando para ese fin, sin pago ni autorizaciones de por medio (y para más insulto, con ejemplares pirateados). La mayor parte de quienes fuimos escritores en redes sociales, en los primero tiempos de Twitter, no tiene esa celebridad ni ese éxito, pero ciertamente trabajamos durante años redactando, experimentando, incluso llevando los textos fuera de la red.
Por estas razones, creo que la siguiente etapa de mi salida de X, antes Twitter, será borrar mi archivo completo de publicaciones, incluyendo los ejercicios de escritura creativa que he estado publicando en los últimos tiempos. Siempre me disgustaron los provocadores en línea que borraban sus publicaciones a los pocos días; ahora me apena saber que voy a parecerme a ellos, pero incluso si mi gesto parece inútil, para mí es necesario. Mis textos son en español, sí, y no en inglés, que es donde están más activos los redactores digitales. Mi reconocimiento público es el que es, o sea, pequeño, sin comparación con el de influencers u opinadores de X. Pero no voy a hacerle ningún favor a Musk ni a sus colegas.
Como espero encontrar una forma sencilla de borrarlo todo: todo el archivo de más de 100,000 publicaciones que acumulé desde 2008, dejo aquí constancia de los cinco libros que aparecieron, entre 2010 y 2021, con minificciones y otros textos que publiqué inicialmente en Twitter:
- 83 novelas (2010, minificciones, de próxima publicación en italiano, descargable gratis en español)
- El Viajero del Tiempo (2011, minificciones)
- El gato del Viajero del Tiempo (2014, minificciones y cuentos cortos)
- Historia siniestra (2015, dos micronovelas, de próxima publicación en inglés)
- La saga del Viajero del Tiempo (2021, una reunión de los dos libros anteriores sobre el personaje, con material nuevo)
Sus originales no existirán, pero existieron.
Para mí, al menos, se ha acabado definitivamente la era de la escritura digital mediante plataformas sociales. Y lo demás fue ruido, testimonios de momentos pequeñísimos, que no va a servir para que un software comercial lo regurgite. Vámonos, pues.
¿Qué opinión tienes sobre las plataformas libres como Mastodon?
Me gustan por principio. Las redes sociales no deberían ser privadas, sino servicios públicos.
Ay Alberto querido, gracias por escribir y compartir tanto material. Los tiempos en los que andamos cada día se me hacen más y más violentos. Imagino que pronto será más valioso y más seguro volver a reunirnos en pequeños grupos para compartir historias y conociniento alrededor de una fogata.
Un abrazo fratetno para Raquel y para ti desde Luma.
¡Abrazo, Kathy!
Por eso te vuelvo a decir… cambia a «Substack». Hasta tu citada Margaret Atwood, ya también está ahí. Te lo recomiendo amplísimamente.
Gracias, Alejandro. No termino todavía de ordenar mi vida en línea, pero ya tengo una cuenta allá.
Lo siento pero con toda razón. Nos vamos aunque el anfitrión de la fiesta no se entere… De poco en poco quizás.
Aquella persona es más bien el tipo que se quedó con las llaves de la casa.
Yo también estoy pensando en dejar la X
Busca la publicación de esta nota en mi cuenta de Tuíter y localiza la única respuesta que ha recibido (la oculté porque es de un troll). Ese será otro incentivo.
Tiempos de oscurantismo digital, de soberbia y estupidez combinadas. Gracias por compartir tus pensamientos al respecto.
Gracias a ti por leerlos.
Entiendo perfectamente la desilusión y siento mucho que le cause un poco de desánimo borrar sus valiosos escritos. Pero profesor Alberto, ¿no sería un gesto más elegante agradecer (lo que tenga que agradecer) del tiempo en el que hizo uso de las redes sociales para explayar sus pensamientos creativosy darse a conocer más? De nada sirve retirarse de algo que creó con tanto amor y cuidados de una manera resentida. Le auguro mucho éxito en lo que sea que tenga en mente por hacer. Usted es una persona brillante y pronto el universo se alineará para volverlo a colocar donde más le gusta estar: escribiendo para usted y para una audiencia que lo aprecia, estima, y se enorgullece de sus escritos.
Gracias, Claudia. Me siento muy contento por lo que pude hacer en aquel lugar; lo que no me gusta es que mi trabajo y el de muchísimas otras personas vaya a ser explotado como se nos dice que lo será. Es una situación análoga a la de los artistas que han visto sus órdenes trabajos copiados por Midjourney u otros generadores de imágenes.
Es cierto mi querido Alberto, coincido en todo lo que menciones.
Un abrazo
Otro para ti y muchas gracias.
El día que dejó de llamarse twitter pensé que era tiempo de partir. Primero, porque me pareció dictatorial la manera de cambiarle el nombre a una red que llevaba muchos años, y en consecuencia, y aunque parezca reiterativo, inevitablemente eso ya no es twitter. Tu artículo solo confirma mis sospechas.
Muchas gracias por leerlo. Creo que E. M. es literalmente un fascista moderno, al estilo de Zuckerberg (por un lado) pero también Trump (por el otro). El mismo comportamiento narcisista y el mismo deseo de acumular atención y poder.
Hola, lo que mencionas de la red social X, antes twitter, creo que es muy interesante, lamentablemente es algo que sucede en todas las redes sociales, recaban información personal y no solo vocabulario sino fotos y demás, es triste quienes usamos redes sociales estamos expuestos al robo de nuestra información.
Saludos
Es una pena, sí. Este no era el destino anunciado para internet cuando empezó a usarse de modo masivo, hace tanto ya.