Anotaciones

El estudio en ruinas

En 2013, colaboré en el libro Arte en las redes sociales, una colección de ensayos académicos coordinado por el Dr. Alberto Constante. Mi texto se titula «La historia mutante: Tuiteratura y otras formas de escritura digital», y se proponía describir el panorama de la escritura digital en redes (sobre todo en lo que entonces se llamaba Twitter, naturalmente) durante la década anterior. El libro puede descargarse completo aquí.

Aquel ensayo es una de mis pocas incursiones en esa forma de escritura tan exigente y severa, pero no lo menciono por eso, sino porque últimamente he recibido varios avisos de personas que han encontrado y leído el libro. Y, la verdad, mi propia colaboración en él me da ahora un poco de pena, porque ya es una reliquia. Está terriblemente desactualizada. No es sólo que haya pasado mucho tiempo. Con toda franqueza, creo que la escritura literaria en redes está definitivamente muerta. Puede estudiarse aún, pero sólo como la commedia dell’arte italiana o el cine mexicano de charros: ya no se practica y no dejó descendientes. Esto se debe, simplemente, a que los medios que le daban cabida ya no se la dan. Lo que era un espacio abierto y hospitalario ya no lo es. El estudio o la «plaza pública» donde la gente se reunía para inventar están ahora en ruinas. El medio preferido es el video, no el texto; el efecto preferido a casi cualquier publicación es una reacción hostil o por lo menos tribal, de afirmación o desafío a alguna sensación preexistante de pertenencia.

Mi ensayo concluye con cierto optimismo:

La escritura digital está, en realidad, comenzando. Por otro lado, otra semejanza de nuestro tiempo con el de la llegada de la imprenta es que la tecnología que hace posible la transición presente está (todavía) al alcance de grandes poblaciones: su uso no se ha centralizado ni reglamentado de manera tal que se vuelva territorio exclusivo de especialistas o corporaciones, como sucedió con la prensa y como ha sucedido, de hecho, con la mayor parte de los avances tecnológicos en los medios de comunicación, incluyendo la radiodifusión y la televisión en el siglo XX. Estamos todavía en el momento de la ilusión, o la posibilidad, democrática: en la etapa en que la escritura digital es un territorio abierto a la experimentación y la exploración para millones de personas.

Por desgracia, lo sucedido con las redes sociales –o por lo menos con las más grandes– fue algo diferente de lo que preveía. No se cerró el ingreso a las redes, pero sí su uso, estimulando ciertos tipos de actividad y de contenido en detrimento de otros. Además, se crearon formas de dependencia de la tecnología (económica, emocional) que actualmente siguen siendo insuperables para muchas personas y las mantienen, en los hechos, sujetas a los caprichos de los dueños de las redes. Finalmente, la explotación de las publicaciones en línea por modelos de lenguaje como ChatGPT es un enorme factor de disuasión: si publicar en redes ya era un trabajo sin paga, ahora es un trabajo que (se dice) tarde o temprano volverá obsoletos a quienes lo realizan, en beneficio de un puñado de empresas de informática. Yo mismo no quiero colaborar en semejante proyecto, y sé que muchas otras personas tampoco.

Ya he escrito sobre todo esto, pero ¿debería tratar de actualizar el ensayo? ¿O simplemente lo dejo en el olvido? ¿Qué opinan ustedes?

23 pensamientos sobre “El estudio en ruinas”

  1. Marta dice:

    Leerlo siempre es un gusto.

    1. Alberto dice:

      Muchas gracias. 🙂

  2. Hay que actualizarlo, Alberto.
    Será un gusto leerlo con sus actualizaciones.
    Abrazo desde Guatemala.

    1. Alberto dice:

      Gracias, Flavio.

  3. Florángel dice:

    Escríbe de nuevo, actualiza el ensayo. Dale una mirada de aplicación nueva, dispositivo nuevo de paquete. Hacen bien tus textos reflexivos.

    1. Alberto dice:

      He agregado un poco al texto en esta misma página, pero ya veremos. Gracias.

      1. Mara Espinosa dice:

        Actualizar y compartir, pero creo que hay que volver a la forma antigüita para beneficio del autor: la publicación en papel ( de cualquier modo siempre hallan la forma de escamotearle al autor sus ganancias, al menos no ponerles en bandeja de plata el material😉). Y sí, coincido contigo en que el posible uso de los textos en red, por el medio que sea, disuade… Saludos!

  4. Les Quintero dice:

    Creo que actualizar ese ensayo sería un estupendo aporte literario, sobre todo, en estos tiempos de cultura digital.

  5. Nancy dice:

    Es que tienes razón, a mi me duele mucho que todo se haya vuelto visual (video), creo que de alguna forma eso limita el desarrollo de la imaginación y pensamiento, dejando todo a lo inmediato, probablemente puedas actualizarlo agregando algo del tema de la inmediatez, la dopamina, que nos rigen ahora y nos rebasan, a algunos sí nos duele :(…

  6. Kathy Serrano dice:

    Alberto querido creo que actualizar el emsayo sería muy interesante. Justamente por esta nueva mirada ante esta ruina digital.
    Gran abrazo🤗.
    K

    1. Alberto dice:

      ¡Gracias, Kathy! Abrazo.

  7. Saludos Alberto desde Guatemala. Voy a leerlo pero de pronto sería interesante actualizarlo.
    Durante la pandemia hubo una explosión de «microrrelatos» en Twitter (que se llamaba) y en otros espacios.
    Siempre es agradable e instructivo leerte. Gracias!

    1. Alberto dice:

      Hola. Y muchas gracias. He cambiado el enlace en el texto y ya se puede encontrar en él el libro.

  8. Lorena Contreras dice:

    Es cierto, lo había olvidado. Ya no existe, el tiempo transforma los modos.
    Como las series de televisión que miraba en los 80′ s, que me emocionaban tanto. Pasa el tiempo, ya no me emocionan. Hoy las vuelvo a ver, ya se esfumó la emoción, me parecen lentas.

    Siempre te leo, me siento bendecida por esto.

    Abrazo ENORME 🤗

    Muchas gracias, estimado Alberto.

  9. Sí, deberías actualizarlo, y no, las redes sociales ya no son un espacio literario. Pero un comentario: Debemos recordar que las redes humanas que se formaron en aquel momento único siguen vivas y dando nuevos frutos. El afecto compartido y el efecto de haber formado conexiones fuertes y humanas, como la nuestra, siguen brotando y creando cosas nuevas a través de otros canales. Supongo que lo que estoy diciendo es que no se ha acabado, se ha transformado. Hay más por venir.

    1. Alberto dice:

      Esperemos que sí. ¡Gracias, Dorothy!

  10. Renato dice:

    Hola, he seguido el enlace pero al parecer el texto es solo el índice, el prólogo y las fichas de los autores de los ensayos. En mi opinión se podría dejar el ensayo tal cual (quizá pulir la redacción de ser necesario) y luego redactar un nuevo ensayo referenciando el anterior para ver como han cambiado las circunstancias y el panorama.

    En lo personal nunca supe aprovechar el tirón de las redes sociales para impulsar mi trabajo, casi siempre he preferido mantener lo que publico en internet dentro de mi sitio, por eso mismo encontraba muy conveniente enviar textos e imágenes a Facebook y a Twitter de manera remota aunque con los años se fue complicando (en Twitter ahora de plano ni se puede) por eso ahora me gusta que desde un sitio hecho en WordPress se pueda crear y gestionar una lista de correo (con suscripciones gratuitas y de pago) además de transmitir al Fediverso al mismo tiempo.

    1. Alberto dice:

      Hola, Renato. Ya está un enlace para descarga del libro completo. Gracias.

  11. Claudia dice:

    Estimado profesor Alberto,
    ¿Habría la opción de que usted subiera su ensayo titulado «La historia mutante: Tuiteratura y otras formas de escritura digital» en su sitio de internet? El enlace que nos envía al comienzo del párrafo no manda al sitio Academia.edu donde solamente se puede bajar el índice y la biografía de los autores. Uno debe pagar para poder leer el libro «Arte en las redes sociales».
    Le pido esto porque antes de dar mi opinión de si valdría la pena actualizar el ensayo debo saber el contenido, el cuál me encantaría leer.
    De no ser posible leerlo, me uno a la opinión de Renato: yo creo que es mucho mejor escribir uno nuevo, sobre todo con tanta inovación tecnológica en el ámbito digital de las redes sociales.
    Cordiales saludos.

    1. Alberto dice:

      Hola. Ya está un enlace para descargar el libro completo. Gracias.

      1. Claudia dice:

        Profesor Alberto,
        Muchas gracias por enviar el enlace con el texto completo.
        Fue un deleite leer su ensayo.
        Mi opinión es que este maravilloso escrito debe descansar tal cual es. Su ensayo describe meticulosamente un periodo histórico del nuevo uso masivo de la tecnología digital a través de las redes sociales en la primera década -y mitad de la siguiente- del siglo XXI.
        Actualizarlo sería largo, como muchas son las nuevas aplicaciones y opciones digitales que el usuario tiene para comunicarse en las redes sociales.
        Los párrafos de su ensayo que cito a continuación, serían, quizás, una tesis para un nuevo ensayo, incluyendo en él las nuevas tecnologías y aplicaciones que siguen transformando la literatura y la fotografía en las redes sociales :
        «Una práctica precisa y popular de escritura es modificada por la tecnología: transformada en otra práctica popular, con rasgos similares a su precursora pero a la vez totalmente aclimatada a un nuevo sustrato físico, a una nueva relación con sus lectores y un nuevo momento de la Historia. Desde luego, esto ha ocurrido varias veces. También es cierto que no podemos saber con certeza cuál será el resultado final de todos estos procesos.
        Pero es seguro que la escritura por medio de la red no terminará cuando la empresa Twitter desaparezca, de la misma forma en que no terminó con el declive de los blogs como forma mayoritaria de escritura digital ni con la desaparición de los servicios de páginas personales, que fueron las primeras modas de la red a fines del siglo xx. Por el contrario, casi con seguridad, la escritura digital trascenderá a la desaparición de Twitter como medio de comunicación, y –de hecho– a las vidas de todos sus usuarios presentes.»

        La cita que abre su escrito (Nabokov), arrojó transparencia en mi entendimiento de que el éxito de las mentes creativas sigue siendo la esencia individual humana, lo innato en un ser que piensa y respira, tocado por la inspiración y el talento; y que el punto es ese, que el autor de cualquier obra de arte no debería limitarse y transformarse por leyes más de la inteligencia artificial que de la evolución misma de su arte.
        Sería un regalo leer un nuevo ensayo suyo, donde el escritor o fotógrafo ‘tradicional’ no se sienta tan traicionado por barreras artificiales que ofuscan su creatividad. De definir la innovación digital como aliada en nuestras vidas, y saber cuál es su valor profesional en la actualidad.

        Cordial saludo.

        1. Alberto dice:

          Aprecio mucho ese comentario tan bueno que ofreces. Muchas gracias por leer el ensayo. Creo que, en efecto, sería buena idea hacer otro, (re) considerando esas cuestiones. Saludos y gracias otra vez.

  12. juan c. dice:

    La verdad ante todo; actualizar el ensayo fortalece la base de su vigencia para las nuevas ideas.

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